Innovación en la UCH
En la Universidad de Chiapas, entendemos la innovación no solo como la creación de algo nuevo, sino como una forma de pensamiento, un hábito colectivo y un principio ético orientado a transformar la realidad para el bien común. Por eso, la innovación es una práctica transversal en nuestra cultura investigativa, académica, pedagógica y social.
Está presente en la forma en que diseñamos los proyectos, abordamos los problemas, enseñamos a pensar críticamente y construimos soluciones colaborativas con los distintos actores del territorio.

Adoptamos metodologías ágiles como herramientas para fomentar la flexibilidad, la experimentación y el aprendizaje continuo en los procesos de investigación, formación y transferencia. Estas metodologías (como Design Thinking, Scrum, Canvas, Lean Start-up y ABP) permiten desarrollar:
- Proyectos centrados en las necesidades reales de las comunidades.
- Ciclos de trabajo iterativos con evaluación constante de resultados.
- Equipos interdisciplinarios que generan prototipos funcionales en corto tiempo.
- Capacidades de adaptación ante la incertidumbre y el cambio.
Las metodologías ágiles son utilizadas en nuestras aulas, semilleros, centros de innovación y consultorías sociales.
Nuestra universidad promueve una investigación con propósito, orientada a resolver problemas concretos y contextualizados. La investigación aplicada que impulsamos se caracteriza por:
- Tener impacto directo en comunidades, instituciones, sectores productivos o territorios.
- Ser co-construida con actores sociales (enfoque participativo).
- Producir resultados que se transforman en políticas públicas, modelos de intervención, productos tecnológicos o servicios educativos.
- Integrar conocimientos académicos, empíricos, ancestrales y técnicos.
Este enfoque fortalece el compromiso ético del quehacer científico y su conexión con la justicia social.
Fomentamos un pensamiento disruptivo que cuestione los modelos establecidos, rompa paradigmas ineficientes y proponga nuevas maneras de abordar viejos problemas. Este pensamiento:
- Promueve la creatividad como herramienta académica y social.
- Incentiva la construcción de soluciones no convencionales.
- Revaloriza los saberes marginalizados o ignorados por la academia tradicional.
- Potencia el emprendimiento social, digital y educativo con enfoque transformador.
Nuestros laboratorios de ideas, hackatones universitarios, clubes de innovación y espacios de co-creación permiten que estudiantes y docentes desarrollen habilidades disruptivas para transformar su entorno.
En la UCH, integramos tecnologías emergentes (inteligencia artificial, realidad aumentada, aprendizaje automático, plataformas adaptativas, tecnologías móviles y sensores comunitarios) con enfoque ético, inclusivo y sustentable. Estas tecnologías son utilizadas para:
- Ampliar el acceso a la educación en zonas rurales y marginadas.
- Implementar sistemas de salud preventiva y atención comunitaria.
- Desarrollar soluciones digitales accesibles y sostenibles.
- Crear contenidos educativos innovadores y personalizados.
Nuestro principio rector es que la tecnología debe humanizar, incluir y dignificar, no excluir ni reemplazar la relación humana en los procesos formativos.
Contamos con un ecosistema de innovación abierta, donde la creatividad y el conocimiento se comparten y circulan entre múltiples actores:
- Estudiantes, como generadores de ideas, soluciones y emprendimientos.
- Docentes-investigadores, como mentores, diseñadores de metodologías y líderes académicos.
- Empresarios y emprendedores sociales, como aliados estratégicos para el desarrollo de productos y servicios con valor agregado.
- Comunidades locales, como protagonistas de procesos participativos, portadoras de saberes y beneficiarias directas.
Este ecosistema se materializa en espacios como:
- Centros de innovación social y tecnológica
- Red de semilleros y grupos interdisciplinarios
- Observatorios de transformación territorial
- Convenios con incubadoras, laboratorios ciudadanos y empresas B
En definitiva, la innovación en la Universidad de Chiapas no es un adorno institucional, sino una estrategia vital para construir una universidad viva, situada y relevante, capaz de generar conocimientos nuevos con alma, con ética, y con impacto transformador.